Recursos de los que no pueden prescindir los empresarios
Ningún empresario del planeta puede prever todo lo que va a ocurrir a lo largo de su carrera. Dicho esto, eso no significa que tengas que ser un participante pasivo en tu negocio. Un poco de preparación, previsión y contar con los recursos adecuados es todo lo que se necesita para navegar por el salvaje mundo del emprendimiento.
He aquí 4 de ellos sin los que ningún empresario debería vivir:
1. Un mentor (bien versado)
Independientemente del tiempo que lleves dirigiendo tu(s) propio(s) negocio(s), necesitas tener a alguien con más experiencia que tú al que puedas recurrir cuando necesites un consejo, una presentación de contactos o, directamente, ayuda para salir de un apuro. Si no adquiere este valioso recurso, acabará encontrándose en una situación de la que no podrá salir.
Imagínese que los Toronto Blue Jays o el FC Barcelona entraran en sus respectivos estadios y tuvieran que dirigir los entrenamientos por su cuenta, sin entrenador. Independientemente de lo bien considerados que estén sus deportistas, y de la experiencia que puedan tener, el rendimiento disminuiría rápidamente y cada uno de ellos caería rápidamente de la cima de sus respectivas ligas.
Elegir tener uno (o varios, si eres inteligente) mentores a tu lado no es un signo de debilidad, sino que te hará más fuerte. También pueden hacerte responsable de tus errores, cuando otros en tu vida pueden darte demasiado respeto como para decir algo crítico.
2. Un abogado real (y esperemos que espectacular)
No hay que esperar a que se produzca un gran alboroto legal para buscar en Google abogados de empresa locales. Un empresario que valora su medio de vida (y el de sus empleados) necesita tener a mano un buen abogado para resolver sus problemas. Si está en un sector especialmente «propenso a los problemas», también querrá tenerlos contratados para evitar que acudan en su ayuda lo antes posible cuando empiecen los problemas.
Necesitará un abogado de negocios inteligente y con experiencia para todo, desde el asesoramiento legal relacionado con sus planes u oportunidades que surjan, la revisión de documentos antes de permitirle firmar contratos, y también para acudir a su rescate cuando el deber le llame.
No se puede poner precio a una buena asesoría legal.
3. Un contable (que sepa lo que hace)
Puede que intentes llevar tu propia contabilidad durante el primer tiempo, pero a medida que crezcas, no hay forma de que ningún empresario inteligente tenga el tiempo o los conocimientos necesarios para llevar su propia contabilidad. Esto es doblemente cierto en lo que respecta a los impuestos, ya que necesitarás un contador de impuestos astuto y veterano para asegurarte de que no te arruinas cuando el Tío Sam llame a la puerta.
Aunque hayas sido contable en una vida anterior, sigues teniendo un negocio que dirigir. Prescindir de este valioso e indispensable recurso significa que tu atención se dispersa y que otras cosas se quedan en el camino. Los estados financieros, los documentos fiscales, los balances, las nóminas y muchas otras tareas orientadas al detalle es mejor dejarlas en manos de quienes tienen la formación, la experiencia y un ojo extremo para detectar y prevenir los problemas dentro de los números.
4. Una lista de personas (estrellas del rock) que te gustaría tener en la nómina
Ahora que has forrado tu fortaleza con un mentor, un abogado y un contable, es el momento de asegurarte de que tienes a las personas adecuadas para las contingencias y el crecimiento futuro. Necesitas tener una lista, y no sólo una lista de currículos que se entregaron hace seis meses o un año. No, tiene que mantener los ojos bien abiertos y mantener un contacto regular con estas personas, independientemente de su situación laboral actual.
Supongamos que tu magnífico director de ventas se marcha a un puesto más lucrativo: ¿cuánto negocio vas a perder entre su marcha y la búsqueda y preparación del sustituto adecuado?
¿Y si se le ocurre una gran idea para lanzar un nuevo producto o línea de servicio en su empresa? De repente, tienes que buscar personal, lo que puede retrasar el lanzamiento porque empiezas desde cero buscando a las personas adecuadas para ayudar a poner las cosas en marcha.
Hay cientos de escenarios en los que tener una relación con profesionales que pueden ayudar a mantener (o conseguir) que su negocio siga una trayectoria ascendente. Encuéntralos en tu Rolodex de trabajos anteriores que hayas tenido o de empresas que hayas tenido. Busca en LinkedIn a los principales actores de tu sector o de una determinada profesión y ponte en contacto con ellos. Haz que recuerden tu nombre y lo que haces: cuando los necesites, acércate a ellos.
Lema del Scout: Estar preparado
Una de las primeras cosas que se le enseña a un boy scout es «estar siempre preparado», sea cual sea la situación. Asegurarse de que se dispone de los 4 recursos clave enumerados anteriormente es todo lo que se necesita para estar preparado para cualquier eventualidad que surja en su negocio.