Piensa como un empresario: reglas para que tu negocio prospere
Si alguna vez has estado cerca de un grupo de emprendedores, sin duda habrás notado la chispa en sus conversaciones y el entusiasmo tangible que les rodea. Les encanta lo que hacen y están convencidos de que van a seguir creciendo hasta alcanzar mayores cotas y logros.
Lo más probable es que un encuentro con un grupo de este tipo le haga preguntarse si alguna vez podría aprovechar esa corriente de energía aparentemente interminable, aunque lo que hace para ganarse la vida no sea exactamente lo que se llamaría «empresarial».
Pues sí que puedes. No importa si eres un ingeniero de software, un bloguero, un vendedor, el propietario de una franquicia de una pequeña empresa o un padre de familia que se gana la vida con Internet: no es tan difícil crear esa misma atmósfera positiva en tu propio entorno de trabajo.
Aquí tienes siete reglas del manual del empresario que debes seguir:
- Encuentra/descubre tu pasión – Los emprendedores llevan su pasión como la ropa; está en todo lo que hacen o dicen. Si te limitas a cumplir con las normas, puede que te vaya bien, pero el secreto para pasar de «bien» a prosperar es hacer tu trabajo con motivación y pasión. Haces lo que haces por una razón. Vuelve atrás y redescubre ese entusiasmo que sentiste cuando empezaste a recorrer este camino. Tal vez los problemas del día a día, las deudas y los clientes difíciles te hayan hecho perderla de vista: profundiza en lo que realmente te motiva y no lo dejes escapar.
- Establecer objetivos diarios/semanales/mensuales por escrito – Lo siento, no puedes escapar de esto. Establecer objetivos razonables para ti mismo y luego escribirlos es extremadamente importante si eres un emprendedor. El mero hecho de escribir un objetivo le da vida; es mucho más probable que lo alcances que si nunca lo escribes. Nadie ha dicho nunca que no puedas revisar tus objetivos, de hecho, se espera que cambien a lo largo del camino.
- Cree una atmósfera positiva: mucho de lo que vemos, oímos y leemos es negativo. Si nos dejamos llevar por ello, empezará a afectar a nuestra propia forma de pensar. Contrarresta el aluvión de malas noticias con información positiva. Una gran fuente de ello son los libros escritos por los propios empresarios. Dispositivos como el Kindle, el Nook y otros hacen que la lectura de libros sea más fácil que nunca. Además, reduce el tiempo que pasas con personas abiertamente agrias en la medida de lo posible y evita la sobredosis de las noticias negativas de la noche.
- No ignores los problemas y las deudas – Ignorar lo negativo es bueno; ignorar tus problemas y deudas no lo es: no desaparecerán por sí solos por muchos pensamientos positivos que tengas. Afronta tus problemas de frente; busca formas de solucionarlos y escribe tu plan. Sé prudente desde el punto de vista financiero; analiza bien tus gastos y compra sólo lo que realmente necesites.
- Dinamiza tu equipo – Todos los empresarios te dirán que han llegado a donde han llegado con la ayuda y el apoyo de sus equipos. No vas a poder alcanzar todos tus objetivos tú solo; necesitarás un equipo. Puede ser sólo una persona más o pueden ser cien, pero los necesitarás. Mantén a tu equipo lleno de energía desarrollando juntos los objetivos y elogiando el trabajo bien hecho. Escuche cuando tengan problemas o ideas para hacer algo diferente, y nunca reprenda a alguien delante del equipo.
- Aprende a ser flexible – Hay un dicho que dice: «La vida es lo que pasa cuando estás ocupado haciendo planes». Acepta que te encontrarás con baches en el camino y busca formas de eliminarlos o adaptarte a ellos. Puedes encontrar algo positivo en cada reto si lo buscas con suficiente empeño.
- No descuides tu salud – El trabajo y la vida te pasarán factura tanto física como emocionalmente. Aunque es normal «soltarse» de vez en cuando, años y años de malos hábitos y mala alimentación acabarán por pasarte factura. Los empresarios saben que van a trabajar muchas horas; no utilizan eso como excusa para no cuidarse, y eso también se aplica a la salud mental. Diviértete de vez en cuando: ve al cine o a un espectáculo, visita a un amigo al que hace tiempo que no ves, da un paseo en coche por el campo, trabaja en ese punto de cruz que empezaste hace cinco años… encuentra tu manera especial de desconectar y relajarte durante unas horas cada semana.
Siga estas siete reglas y vea lo que ocurre en su vida.