Hábitos en el lugar de trabajo que debes romper
Todo el mundo tiene sus malos hábitos de trabajo. Tal vez tu compañero de cubículo sea un chupatintas cuando está muy concentrado. O tal vez alguien del otro lado del pasillo habla habitualmente en voz alta por teléfono. El hecho es que todos tenemos malos hábitos en el trabajo. Desgraciadamente, algunos hábitos sólo distraen y pueden ser un poco molestos, mientras que otros podrían poner en peligro tu éxito profesional.
A continuación, te presentamos 6 de los hábitos más comunes en el lugar de trabajo, así como las formas de acabar con ellos en 2018, ¡tan pronto como puedas!
1. Tener una mentalidad cercana
Una de las claves para tener éxito en cualquier puesto es tener la mente abierta. A veces las mejores ideas surgen de sesiones de brainstorming con otros miembros del equipo. Pero la lluvia de ideas sólo es útil si estás dispuesto a ser paciente y abierto. Intentar editar las ideas de alguien o rechazarlas directamente no servirá de nada.
La resolución de problemas consiste en escuchar y dar un paso atrás para escuchar el enfoque de cada uno.
2. Mala gestión del correo electrónico
El correo electrónico sigue siendo el método de comunicación más utilizado en el mundo empresarial. Desde la programación de reuniones hasta la colaboración en documentos, el correo electrónico es el medio perfecto para realizar el trabajo. Pero una mala gestión del correo electrónico puede afectar a la eficacia con la que se utiliza el tiempo.
Uno de los mayores errores que cometen los trabajadores con el correo electrónico es leer y responder a los correos electrónicos tan pronto como los reciben. Mientras que algunos correos electrónicos pueden responderse sin pensarlo mucho, otros pueden requerir la aportación y el consenso de otros miembros de tu equipo. Aunque tus destinatarios probablemente respeten una respuesta rápida, no estarán muy contentos si se pierden información importante.
Para mejorar su capacidad de gestión del correo electrónico:
- Tómese el tiempo necesario para reunir la respuesta adecuada
- Aprender a organizar y clasificar los correos electrónicos
- No dejes que el correo electrónico te distraiga de las tareas activas
Con una gestión adecuada del correo electrónico, puedes aprovechar al máximo tu tiempo durante la jornada laboral. No tengas miedo de cerrar la bandeja de entrada y centrarte en otras tareas. Si un mensaje es tan importante, puedes apostar que recibirás una llamada telefónica.
3. Alejarse del escritorio con demasiada frecuencia
No hay nada malo en tomarse un descanso del escritorio. Es saludable levantarse y caminar para hacer fluir la sangre y dar algunos pasos. Sin embargo, alejarse de la mesa con demasiada frecuencia puede dar una mala imagen. No importa si caminas por los pasillos para desahogarte o si te tomas un descanso para fumar, es importante evitar dar la idea de que rara vez estás en tu mesa.
Como norma general, intenta no alejarte de tu mesa más de 15 minutos cada hora. Y, cuando abandones tu mesa, avisa a tu compañero de cubículo o deja una nota indicando cuándo volverás. De este modo, si tu jefe se pasa por allí o alguien viene a buscarte, sabrá cuándo puede localizarte.
4. Tardanza
Nadie es un empleado perfecto. Todos tenemos esas mañanas en las que nos quedamos dormidos y no podemos llegar al trabajo a tiempo. Aunque es probable que tu jefe no tenga problemas con que llegues tarde de vez en cuando, si haces de la impuntualidad una rutina, cuenta con que tus superiores lo notarán. No importa si llegas tarde al trabajo o a una reunión, la gente notará tu ausencia. Llegar tarde constantemente puede perjudicar tu capacidad de promoción. También puede causar tensiones en las relaciones con los clientes.
No dejes que la impuntualidad se convierta en un problema diario. Si quieres convertirte en un líder algún día, tendrás que poner en marcha una cultura de empresa que quieras que los demás sigan.
5. Preguntar antes de investigar
¿Alguna vez has recibido un correo electrónico de alguien con una pregunta que podría haber respondido por sí mismo? Lo más probable es que tú también seas culpable de ello. La gente recibe docenas, si no cientos, de correos electrónicos a diario. Si tienes una pregunta, antes de enviar un correo electrónico o hacer una llamada telefónica, investiga un poco. De lo contrario, agota a los demás con la respuesta a su pregunta, lo que a su vez disminuye la productividad.
6. Demasiadas quejas
Todos los lugares de trabajo tienen sus problemas. A veces los procesos son anticuados e ineficaces. A veces nos toca un empleado con el que no congeniamos necesariamente. Aunque estas situaciones pueden ser estresantes, hay un momento y un lugar para quejarse. En el lugar de trabajo, quejarse constantemente no da buena imagen. Si tienes un problema con algo, es mejor hablar de ello utilizando un lenguaje positivo.
Nunca señale con el dedo a otra persona y no plantee un problema sin presentar una posible solución. Convierte la situación en una que te permita mostrar tus dotes de liderazgo. Encuentra los problemas y ofrece formas de solucionarlos para que la empresa en su conjunto pueda mejorar su posición.
Conclusión
A veces los malos hábitos son difíciles de erradicar. Pero, el hecho es que todos tenemos el control de cómo actuamos cuando estamos en el trabajo. Si sufres alguno de estos 6 hábitos comunes en el lugar de trabajo, no esperes ni un día más para convertirlos en un vicio del pasado.