Formas eficaces de ganarse la confianza de un microgestor
He trabajado para varios microgestores a lo largo de los años. Son un verdadero dolor de cabeza para TODOS. El problema es que rara vez entienden que son así. A un microgestor le enseñan sus mentores a ser como es. También pueden llegar a serlo debido a un liderazgo deficiente y/o a la mala suerte de encontrar personal con talento y capaz de entrenar. En algunos sectores, como el militar, el policial, el comercial y otros, un microgestor tiene que ser quien es para garantizar el éxito debido a la naturaleza especializada de lo que hace.
A menudo, la microgestión provoca problemas negativos como la creación de inseguridad entre el personal, es decir, la sensación de que nunca se puede hacer algo bien. El estrés innecesario que causan conduce inevitablemente a una alta rotación de personal. Esta cuestión estresante hace aún más difícil que los microgestores tengan fe en las personas que trabajan para ellos. Mientras que el desgaste forma parte del flujo y reflujo natural de una empresa, la alta rotación es siempre culpa de la dirección.
«Es mi camino o la carretera» es el tema que resuena cuando un subordinado entra por la puerta a trabajar cada día. Cuando te encuentras en un entorno así, es importante dar a esas almas hoscas y rotas la oportunidad de ganarse la confianza en ti. He aquí 4 formas efectivas de convertirse en un aliado del microgestor, en lugar de ser otro empleado molesto que le hace el día más difícil.
1. Descubrir el origen de su falta de confianza.
Normalmente te dirán por qué son así si les escuchas con un oído imparcial. Los micromanagers son definitivamente un tipo de TOC y, a menudo, la culpa la tienen motivos como la falta de actualizaciones constantes del progreso o el hecho de que el personal cambie constantemente las cosas sin su opinión. Para ganarte su confianza y hacer que sean menos microgestores, tienes que averiguar la causa de su problema y ayudarles a solucionarlo.
Cómo ganarse su confianza:
Envíales actualizaciones frecuentes y detalladas, no intentes hacer las cosas a tu manera hasta que te hayas ganado su confianza. Métete en su dinámica, gánate su confianza y anima a tus colaboradores a hacer lo mismo.
2. Entrenar a los microgestores para que ganen.
Esto parece más sencillo de lo que será en la vida real. Sin embargo, una vez que entiendas las inseguridades ocultas del microgestor sobre cómo se dirige el equipo, puedes encontrar formas de ayudarle a soltar un poco. Pero sólo un poco cada vez. No le indiques que tiene que soltarse, ya que esto suele ser contraproducente.
Cómo entrenar a un microgestor para que gane:
Hazles saber cuando notes que un compañero de trabajo es muy capaz en una tarea que el jefe siempre se reserva para sí mismo. Cuando veas que están ocupados, distraídos, abrumados, identifica formas de ayudarles. Ofréceles ayuda, escucha sus instrucciones y complétalas a rajatabla. Unas cuantas pequeñas victorias es todo lo que necesitas para poner en marcha el tren de la confianza.
3. Pregúntales qué puedes hacer para ser un miembro de confianza del equipo.
Esto es un posible acierto o error. Sin embargo, un microgestor experimentado a menudo apreciará que un empleado le pregunte de plano qué es lo que idealmente busca de sus empleados. Te dirán todo lo que tú y los demás podéis hacer para aliviar sus inseguridades a la hora de delegar responsabilidades.
Cómo poner en práctica sus consejos:
A no ser que seas del tipo de John Forbes Nash, tomar notas detalladas de todo lo que te digan los microgestores es la única manera de conseguir las pequeñas victorias de confianza que necesitarás para tener éxito. Haz exactamente lo que se te pide, exactamente como se te detalla que lo hagas. Una vez que se haya creado una base sólida de confianza, podrás empezar a encontrar formas de introducir tus propias ideas y métodos en la ecuación.
4. Imítelos con la mayor precisión posible.
La imitación es la mejor forma de adulación que existe. Todos sabemos cuándo hemos conocido a un buen amigo o pareja cuando empiezan a imitar nuestros comportamientos, gestos, ritmos, métodos de comunicación y formas de hacer las cosas. Se puede identificar cualquier buena relación simplemente observando cómo interactúan las personas y, en particular, lo parecidas que son. Un microgestor es muy susceptible de dar confianza a quienes le imitan lo más posible, ¡sin que resulte extraño!
Cómo imitar eficazmente a un microgestor para generar confianza:
Un ejemplo de rareza sería seguirles hasta el baño para hacer sus necesidades diarias a las 10:00 de la mañana. Un buen ejemplo es imitar los gestos que utilizan cuando se comunican y trabajar al mismo ritmo que ellos (es decir, ni más lento ni más rápido). Incluso, puedes utilizar las mismas palabras y frases que ellos (por ejemplo, «increíble», «loco», «hazlo», etc.).
Utiliza los consejos anteriores y el cielo es el límite en cuanto a lo lejos que llega tu carrera. Mientras que los microgestores limitan su propio éxito, el hecho de no ganarse su confianza suele limitar el éxito de quienes trabajan a sus órdenes. Ser inteligente y abrirse camino en su círculo de confianza es la única manera de evitar que sus limitaciones limiten tu propio ascenso.